Los colores de la vida
Y mi niño me preguntó
hay colores más bonitos que lo del arco iris?
-Mira, le dije, hoy te bañarás viendo muchos más.
-Y vaya que habían colores.
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
☯️ Son infinitos los senderos de la vida, así como es infinito el horizonte del mar... te invito a construir nuevos caminos, a tomar diferentes rumbos para llegar a lo mejor de ti, tomando conciencia de tu ser y de tu despertar. Somos viajeros del tiempo, vinimos a aprender, compartir, tocar almas, dar amor, transformarnos y partir sin apegos.
Y mi niño me preguntó
hay colores más bonitos que lo del arco iris?
-Mira, le dije, hoy te bañarás viendo muchos más.
-Y vaya que habían colores.
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Besos que estremecen
Besémonos con fuerza le dije,
que se estremezcan
los árboles y que sus
ramas sacudan las hojas.
Y así fue…
Arturo Ezquerro - Amores entrelazados
(Agosto / 2021)
Besos envolventes
Ella me dijo…hoy con todo mi ser te besaré.
-Y al verla…no lo dudé-
Ella…
Arturo Ezquerro - Amores entrelazados
(Agosto / 2021)
Un Dios multicolor
Una mañana, mi pequeño me preguntó:
podemos ver a Dios?
tiene alguna forma o colores?
-Vamos a dar un paseo por el bosque le contesté,
iremos al encuentro con la naturaleza,
allí Dios siempre nos está esperando…
sentiremos su presencia de mil formas y colores.
Sí papá, tenías razón…
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Currículum
Ellos pidieron mi currículum,
mi larga historia de quehaceres y de vivencias, entonces
me concentré en ordenar mi extensa experiencia de vida,
lo escribí y entregué,
y así decía:
“Amé…sin límites.”
Fecha y firma.
Arturo Ezquerro Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Amor etéreo
Fuiste un querer extraño
presente y translúcido,
etéreo, luminoso,
con un rico olor a lluvia
y a pinos con neblina,
latidos silentes
besos en el aire
y palpitando junto a mi
tu cuerpo flotante y volátil,
sintiéndote humo en mis abrazos,
sentía que te tenía,
pero estabas ausente.
Fuiste en mi,
extrañamente todo y también…
la nada.
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Algodones flotantes
Abro mi ventana...llueve,
en la lejanía veo nubes grises,
como algodones, flotando en el aire
leves, cargadas de vida
savia para los campos, pura vida.
Siento una fuerza impetuosa
de salir corriendo a su encuentro
internarme en ellas
sentir su humedad y energía
flotar suspendido por su fuerza
penetrar su trasparencia
y empaparme de esa humedad flotante
que se mueve con la brisa.
Prefiero esperar a que lleguen hasta mi
que su fuerza inunde todo mi entorno
riegue mis jardines
y alimente mi imaginación...
abriré la puerta y sacaré mis
manos, mi cara, mi cuerpo
en señal de bienvenida,
dejando que las gotas
cual bautismo,
den fe de mi compromiso con la vida
con la naturaleza,
reconociendo su fuerza y poder de dar vida,
de sanar los campos
y de aplacar la sed de los seres vivientes.
Y así, mi cuerpo completamente empapado
se recarga del ímpetu de la vida
con agua que da vida.
Escampa...y yo, esperaré nuevos algodones
que me inviten a flotar con liviandad.
Arturo Ezquerro / andando por la vida
(Agosto /2021)
Piel viva
Deseo tocar tu ser,
palpar tu piel, conocer su relieve, saber si eres real,
me inquieta tus ojos cerrados.
-Ni te atrevas.
Podría rozar la seda que lo cubre...acariciarte con un roce, sentir levemente el relieve de tus poros.
-Podrías simplemente olerme e imaginarme.
Intento tocarte para saber si existes, si transpiras...sentirte viva.
-Hazlo con tus ojos, clávame tu mirada y desnúdame en tu mente... así, sin más.
Y tú qué harás?…
-Abriré mis ojos y solo con mi mirada, sabrás que aquí estoy,
que existo para tu ser.
-Ahora sí…mírame.
Arturo Ezquerro - Amores entrelazados
(Agosto - 2021)
En qué piensas cariño, le pregunto la madre a su pequeña hija…
-Pues en que voy a prepararte algo rico para tu cumple.
Sí…? Y como qué…?
-He visto como lo haces y te va a gustar, te vas a chupar los dedos.
Pero qué maravilla, y crees que puedas necesitar que te ayude.
-Bueno, ya estoy en ello, te llamo si te necesito.
Como tú digas cariño…
Arturo Ezquerro - Toques de humor
(Agosto - 2001)
Acuarela lunar
Ella, la Luna…
siempre me preguntaba,
con cuantos colores
se adorna la Luna,
verla tan redonda
elegante y distante,
que nos muestra con los días
su cambiante paleta
de múltiples colores.
Ella, la Luna…
siempre voluptuosa,
con sus cambiantes curvas semanales,
tan delicada, misteriosa y cautivante cual mujer,
con sus ocasionales sombras y oscuras cavidades,
que inspira fabuladas historias y predicciones
a los astrólogos y sabios milenarios.
Ella, la Luna…
que de niño soñaba
enlazarla y bajarla cual globo,
y así, correr alocado
sintiéndola sobre mi cabeza,
flotando como un globo
por la estela de mis pasos.
Ella…redonda,
ya como media naranja
o como un gajo,
la que tantas noches
de amor inspirado
me ha regalado.
Ella, la Luna…
tan distante
tan lejana
pero tan mía.
Arturo Ezquerro - Diálogos lunáticos
(Agosto / 2021)
Entrelazada
En algún momento de tu vida,
te tendré entrelazada a mis piernas,
entrelazando con mis manos tu espalda y tu vientre,
entrelazando con mis dedos tu pelo,
entrelazando tu mirada y tus suspiros,
entrelazando con mis labios... tu lengua, tu placer y un gemido.
Arturo Ezquerro - Amores entrelazados
(Mayo / 2012)
¿Te puedo tocar...?
Observo caer lentamente tu ropa, roza tus piernas
delgadas y torneadas ...con sensualidad te deshaces del sostén, la única tela que
tienes es tu panty...y ahí estás, tan natural, maravillosa, voluptuosa, como te
imaginaba, como te soñaba, como te deseaba.
Tendida boca abajo, recibes la suave caricia de la punta de mis dedos y recorro
lentamente tu sensual anatomía; entendiendo serenamente porqué la mujer es
la creación perfecta de Dios.
Acaricio tu suave melena, la aparto para descubrir tu espalda
torneada, fuerte, deseosa de ser recorrida por un extasiado explorador de
sensaciones...
Maravillado por el sentir de mis dedos y de mi mente, decido ir al encuentro de
tus fuertes piernas cruzadas sensualmente, como puerta de una bóveda
prometedora, llena de secretos; prestas a facilitar su apertura y permitir
adentrarme a un encuentro profundo, retador; dispuestas a quedar entrelazadas a
las mías...a mi deseo y a mi desbocada pasión.
En el momento más sublime de mis caricias, te volteas, me miras con
arrebatadora pasión y como un ángel apasionado me preguntas...te puedo tocar?
Adelante...ahora soy tuyo.
Arturo Ezquerro - Amores entrelazados
(Enero / 2012)
Latigazos de la vida
Permítanme presentarme, mi nombre es Yago; de día soy un
caminante observador de la vida y sus circunstancias, y de noche también…soy pastor
de estrellas.
Caminaba muy temprano y distraído, junto a mi perro Brisa,
fiel y noble acompañante; surcando un pequeño sendero del norte de la España
rural. Era mi acostumbrado paseo matutino, con mucho frío, pero bien abrigado;
y como siempre, iba hablándole a mi perro, pidiéndole su opinión y él
respondiéndome con un alegre ladrido y agitando la cola.
De repente, oigo un sonido cortante...seco como látigo. Miro alrededor y nada
veo; pero los latigazos en el aire los percibo.
A unos cien metros, distingo a dos adolescentes que, con vara en mano cada uno,
azotaban a un hombre que yacía desmayado y amarrado a un árbol. Alerto a Brisa,
él, ya con las orejas rígidas, cuerpo tenso y con actitud vigilante.
Me acerco lentamente, curioso, expectante, qué estará pasando en ese árbol,
quién será la víctima, ¿por qué lo azotan de esa manera?
Ya cerca, me alarmo todavía más; ellos, con calma y sabiduría campesina me
tranquilizan. Amigo esté usted tranquilo, se trata de nuestro padre, ha bebido
mucho y camino a casa se ha quedado dormido recostado a este árbol, en medio de
la noche.
Está congelado, los azotes lo activarán y revivirá.
Vaya manera de volver a la vida, pienso...
Arturo Ezquerro - Yago El Caminante y sus cuentos de caminos.
(Agosto / 2021)
Viajando a ningún lado
Vienes?
-¡No!
Voy
-¡No!
Te espero...
-Es inútil
Deseas algo ahora?
-Quizás
Quieres que me vaya
-No lo sé
Me quedo?
-Lo pensaré
Me cansas
-Yo?...estás segura?
Qué difícil es navegar por tu vida
-Pero tengo otras...
Vidas?
-No, indecisiones
Podrías voltear y mirarme?
-Espera, ahora veo hacia el infinito
Y alcanzas a ver algo?
Sí...el tiempo perdido
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Una desorientada hija de Dios
Soy Yago, de
día soy un caminante observador de la vida y sus circunstancias, y de noche
también…pastor de estrellas.
Siempre a mi
lado e inseparable está Brisa, mi perro, mi fiel compañero de travesías y
vivencias.
Otro día que
comienza, tengo la sensación de ser un imán que atrae situaciones y personajes
impredecibles, únicos; eso le da cierto sentido y profundidad a mi ser,
ayudando a manejar mis temores, anhelos, alimentando mis sueños y enseñándome a
crecer desde la observación constante.
En un cruce
de caminos, topo con una monja, sentada y recostada a una piedra, mirándome
como si me esperara. Con voz suave me pregunta ¿qué hora es ? – Las 9 de la
mañana respondo, se siente bien? - No muy bien responde, pero pronto voy a
estar mejor y en paz, estamos cerca del puente verdad?
Sí... ya
cerca.
Y no se
siente en paz ahora? está usted más cerca de Dios que el común de los mortales.
Ella me mira
de soslayo y con una breve sonrisa me pregunta, tendrá un cigarro amigo y
disculpe - claro reverenda, no desearía un trago de ron también? lo llevo para
las noches largas y frías...Permítame presentarme, soy Yago, y Brisa es mi fiel
mascota.
Adelante,
dele un buen sorbo, le hará soltarse un poco y así iremos charlando y buscando
juntos nuestros caminos y destinos.
La reverenda
toma la botella, la retiene en sus manos...pensativa.
-Hacia mi
destino…bueno es que hacia mi destino, solo puedo ir yo sola.-
Entiendo,
sonrío con picardía, no pretendo entrar al convento con usted; me gusta tener
mis encuentros con Dios en los caminos, en los campos, estando libre y no entre
las paredes de un convento.
-Y usted qué
opinión tiene de Dios me pregunta - creo que debe de tener mucho tiempo libre
para meditar e ir a su encuentro
El Dios que
yo conozco, siempre está a mi lado, viaja conmigo y con su hijo al lado...el
Maestro Jesús.
Si como
algo, siempre lo divido en tres partes; si me lavo los pies en un rio, lo
hacemos los tres...y si rezo, oramos todos.
-Pero y
usted los ve?...los puede tocar?...puede hablar con ellos?-
Desde el
corazón se puede hacer cualquier cosa reverenda.
Y mi corazón
ahora me pide que vaya lejos, muy lejos...hasta el Tibet en la India...deseo
llegar hasta allí y conocer al Dalai Lama, aprender un poco de su sabiduría y
presentarle a mis dos compañeros de viaje.
-Me mira la
religiosa de frente, pensativa y dice: podríamos ahora ser cuatro los
viajeros rumbo al Tibet? - necesito ir al encuentro de muchas respuestas.
Adelante
pues le contesto, demos el primer paso.
Y por
cierto...usted no quería llegar hasta el puente?
-El puente...el puente ahora puede esperar.-
Arturo Ezquerro - Yago El Caminante y sus cuentos de caminos.
(Marzo/2021)
El destino quiso llevarte de mi vida, sí,
pero no…
ahora te pintaré
te daré nueva vida,
el lienzo sentirá tus latidos
te pintaré tan real que retornarás palpitante a mi mundo,
volveremos a ser los cómplices amantes del pasado,
te daré vida y presencia, y serás tan real,
que solo tendremos que contemplar nuestras miradas,
para fundir nuestros cuerpos y almas nuevamente.
Lo firmaré…y retornarás.
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Mayo / 2021)
Nubes pensantes
Hay momentos en la vida
en que nuestros pensamientos
trascienden hacia el cielo,
traspasan las nubes
y quedan flotando sin rumbo,
al soltarlos, se oxigenan
se renuevan, se llenan de nuestra sabiduría
milenaria y ancestral.
Hasta que volvemos a llamarlos
y dialogamos con ellos de nuevo,
vuelven frescos, sabios y renovados
para orientarnos, sacudirnos
y empujarnos hacia nuevos rumbos,
encuentros y destinos.
Arturo Ezquerro - Andando por la vida
(Agosto / 2021)
Que dicen las estrellas...que los fugaces somos nosotros.
Arturo Ezquerro - Pastor de estrellas
(Agosto / 2021)
La Psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI) es considerada por muchos el paradigma de la medicina del futuro. Estudia la relación entre la psiquis, el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino, y ofrece nuevos abordajes para cambiar la forma en que las personas percibimos el mundo.
Los componentes de la PNEI son los neurotransmisores, las hormonas y las citoquinas, que actúan como moléculas mensajeras, llevando información entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune. Esta nueva rama de la ciencia nos muestra que, la mente o la actividad del cerebro es la primera línea que tiene el cuerpo para defenderse contra la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, para así alinearse a favor de la salud y el bienestar.
Se ha demostrado con claridad que existe una conexión entre la mente y el cuerpo, y es la Psiconeuroendocrinoinmunología la que nos proporciona ahora algunas respuestas, ayudándonos a entender mejor cómo se transforman las emociones en sustancias químicas, moléculas de información que influyen en el sistema inmunológico y en otros mecanismos de curación del cuerpo.
Investigaciones recientes dan evidencia incuestionable de las interacciones mente-cerebro-cuerpo; a nivel molecular, celular y del organismo, que pueden impactar sobre la salud y la calidad de vida de los individuos.
El doctor Robert Ader es considerado el padre de la PNEI; en el año 1974 reescribió el mapa biológico del organismo y su descubrimiento realizado en la Universidad de Rochester, causó un gran impacto cuando demostró que el sistema inmunológico podía condicionarse.
La psiconeuroinmunología estudia y analiza los mecanismos de, interacción y comunicación de las funciones mentales con los tres sistemas responsables de mantener la homeostasis del organismo: el sistema nervioso, el endocrino y el inmune. Esta comunicación utiliza un lenguaje bioquímico mediante sustancias producidas por los propios sistemas, tales como hormonas, neurotransmisores y citoquinas.
Enfoque Positivo: Aunque sea una frase muy mencionada, y por ello, en ocasiones menospreciada, hoy la ciencia nos demuestra, a través de la PNEI, que es una “realidad bien real”. Comenzar a conectarnos con las cosas, actividades, personas que nos hacen bien y evitar las que no lo hacen, es empezar a decidir desde nuestra consciencia.
Desayunar con música en vez del noticiero, meditar en medio de un embotellamiento de autos, en vez de llenarse de bronca, mirar una comedia en vez de una película triste, etc., son algunos ejemplos sencillos.
Cada situación tiene dos caras, como una moneda, usted decide cual quiere enfocar. Sin dudas, empezar a cultivar el positivismo hasta en los mínimos detalles (por más absurdo que parezca) y evitar las “emociones tóxicas”, constituyen el primer paso.
Relajación: El estrés debilita nuestras defensas, por lo que aquietar nuestra mente y sus pensamientos es fundamental. Adopte la técnica que prefiera, pero tómese algunos minutos del día (los más posibles) para relajarse y dejar la mente en reposo.
Meditación: Es dejar de pensar, sentir la esencia de nuestro ser. Muchos piensan que meditar es concentrarse o enfocar la atención sobre una situación para solucionarla, por el contrario, es un estado en donde se logran apagar los pensamientos conscientes de manera tal que podamos percibir fuentes de información más sutiles, es decir, acceder a niveles más profundos de nuestra mente.
No existe una buena o mala meditación, es “su meditación", independientemente de la técnica que se adopte, el disponerse a meditar “ya es bueno”.
Visualización: Es el proceso mediante el cual utilizamos nuestro sentidos: oído, vista, olfato, gusto y tacto para crear imágenes en nuestra mente o sensaciones en nuestro ser. Es un recurso de sanación antiguo empleado para modificar la realidad material de nuestro cuerpo.
Las imágenes mentales tienen una poderosa fuerza de cambio, tanto de nuestra realidad interna como externa. De esta manera, las técnicas de visualización o imaginación creativa, tienen por objetivo aprovechar esta fuerza sanadora para beneficiar nuestra salud, estimulando nuestras defensas, colaborando con la reparación de tejidos dañados, aliviando el dolor y reforzando los aspectos positivos de nuestra personalidad.
Ejemplos de visualización pueden ser: imaginar como se desinflama una articulación, imaginar como cicatriza una úlcera, imaginar como hacemos las paces con nuestros “soldaditos” (sistema inmune) para que no nos ataquen o imaginarlos fortalecidos ante la adversidad, imaginarnos a nosotros mismos fortalecidos y evolucionando.
Para visualizar se necesitan dos cosas: imaginación y constancia, somos lo que pensamos, pero también somos lo que imaginamos.
Se ha demostrado con claridad que existe una conexión entre la mente y el cuerpo, y es la Psiconeuroendocrinoinmunología la que nos proporciona ahora algunas respuestas, ayudándonos a entender mejor cómo se transforman las emociones en sustancias químicas, moléculas de información que influyen en el sistema inmunológico y en otros mecanismos de curación del cuerpo. Algunos de los trabajos más interesantes en este campo se deben a la doctora Candace Pert, Directora del Departamento de Bioquímica Cerebral del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos.
Entre las conclusiones más importantes que se desprenden de su trabajo podemos enunciar:
Las situaciones estresantes procesadas por el sistema interpretativo de creencias, propio de cada individuo, pueden generar sentimientos negativos de miedo, cólera, rabia, depresión, indefensión y desesperanza.
Estas actitudes y emociones activan mecanismos bioquímicos, a nivel del hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales, que tienden a deprimir y/o suprimir la respuesta inmune, lo que hace posible el desarrollo de procesos patológicos diversos, el cáncer entre ellos.
Cada vez que aprendemos y transitamos por experiencias nuevas, cientos de miles de neuronas se reorganizan. La ciencia empieza a entender que, además de permitir que el entorno modere nuestro cerebro, podemos crear conexiones en él, con solo enfocar nuestra atención en un pensamiento.
En cada nueva experiencia, una nueva conexión sináptica se establece en nuestro cerebro con cada sensación, visión o sentimiento nunca antes explorado. Una nueva relación, entre dos de las más de cien millones de células cerebrales se establece de manera inevitable, si la experiencia se repite en un lapso relativamente corto, dicha conexión se fortalece; si no lo hace en un largo período, la conexión se debilita o se pierde.
Un turista americano fue a El Cairo, con el único objetivo de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuarto muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
– ¿Dónde están sus muebles? – preguntó el turista.
Y el sabio también preguntó: – ¿Y dónde están los suyos?
– ¿Los míos? – se sorprendió el turista -¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
– Yo también… – concluyó el sabio.
Esta fábula representa a la perfección uno de los pilares del budismo:
El desapego, que se convierte en una de las principales vías para alcanzar la tranquilidad espiritual, el bienestar y la felicidad. No obstante, también es uno de los mandamientos más difíciles de seguir.
La ley del desapego nos indica que debemos renunciar a nuestro apego a las cosas, lo cual no significa que renunciemos a nuestras metas, no renunciamos a la intención sino más bien al interés por el resultado.
A primera vista, puede parecer una nimiedad o un cambio insustancial pero en realidad, se trata de una transformación colosal en nuestra forma de comprender el mundo y en nuestra manera de vivir.
De hecho, en el mismo momento en que renunciamos al interés por el resultado, nos desligamos del deseo, que a menudo confundimos con la necesidad y que nos conduce a perseguir metas que realmente no nos satisfacen.
En ese momento, adoptamos una actitud más relajada y, a pesar de que puede parecer un contrasentido, nos resulta más fácil conseguir lo que deseamos. Esto se debe a que el desapego sienta sus bases en la confianza en nuestras potencialidades, mientras que el apego se basa en el miedo a la pérdida y la inseguridad.
Cuando nos sentimos inseguros, nos apegamos a las cosas, a las relaciones o a las personas. Sin embargo, lo curioso es que mientras más desarrollamos ese apego, más se acrecienta nuestro miedo a la pérdida. Ese miedo no solo afecta nuestra estabilidad emocional, sino que también nos puede llevar a crear patrones de comportamiento disfuncionales.
Por ejemplo, podemos desarrollar un apego enfermizo a las cosas, como las personas que no pueden vivir sin sus smartphones, e incluso sufren alucinaciones auditivas, provocadas por el hábito de estar siempre pendientes de la próxima llamada o mensaje. Por supuesto, también podemos caer en patrones relacionales dañinos, que ahoguen a la persona que amamos y terminen dañando profundamente la relación o incluso rompiéndola.
Sin embargo, el desapego predica otra forma de relacionarse, implica no depender de lo que tenemos o de esa persona con la cual hemos establecido vínculos afectivos.
Es importante comprender que el desapego no significa no amar, sino ser autónomos, liberarnos del miedo a la pérdida para comenzar a disfrutar realmente de lo que tenemos o de la persona que amamos. El desapego no significa dejar de disfrutar y experimentar placer sino todo lo contrario, comenzar a vivir de forma más plena, porque nuestras experiencias dejan de estar ensombrecidas por el temor a la pérdida.
El apego es el producto de una conciencia de pobreza, que se centra en los símbolos. De hecho, para el budismo, la vivienda, la ropa, los coches y los objetos en sentido general, son símbolos transitorios, que vienen y van. Perseguir esos símbolos equivale a esforzarse por atesorar el mapa, pero no implica disfrutar del territorio. Por eso, terminamos sintiéndonos vacíos por dentro. En práctica, cambiamos nuestro “yo” por los símbolos de ese “yo”.
¿Por qué perseguimos esos símbolos? Básicamente, porque nos han hecho pensar que en las posesiones materiales radica la seguridad. Pensamos que al tener una casa y ganar mucho dinero, nos sentiremos seguros.
De hecho, hay quienes piensan: “Me sentiré seguro cuando tenga X cantidad de dinero. Entonces seré libre económicamente y podré hacer lo que me gusta”. Sin embargo, lo curioso es que en muchos casos, mientras más dinero se posee, más inseguras se sienten las personas.
El problema radica en que, identificar la seguridad con las posesiones no es más que una señal de inseguridad y, obviamente, la tranquilidad que pueden brindar es efímera. Quienes buscan la seguridad, la persiguen durante toda su vida, sin llegar a encontrarla.
Esto se debe a que buscar la seguridad y la certeza no es más que un apego a lo conocido, un apego al pasado. Lo conocido es simplemente una prisión construida a partir del condicionamiento anterior. No prevé la evolución, y cuando no hay cambios, simplemente aparece el caos, el estancamiento y la decadencia.
Al contrario, es necesario afianzarse en la incertidumbre. Esta es terreno fértil para la creatividad y la libertad ya que implica penetrar en lo desconocido, un gran abanico de posibilidades donde todo es nuevo.
Sin la incertidumbre, la vida es tan solo una repetición de los recuerdos, de las experiencias que ya hemos vivido. Por tanto, nos convertimos en víctimas del pasado.
Cuando renunciamos al apego a lo conocido, podemos adentrarnos en lo desconocido, abrazar la incertidumbre y abrirnos a nuevas experiencias que alimentan nuestras ganas de vivir y nos convierten en personas más felices.
La ley del desapego no nos indica que no debemos tener metas. Cuando abrazamos el desapego no nos convertimos en hojas movidas por el viento. De hecho, en el budismo las metas son importantes para marcar la dirección en la que caminaremos. Sin embargo, lo interesante es que entre el punto A y el punto B, existe incertidumbre, lo cual significa un universo prácticamente infinito de posibilidades. Así, para alcanzar nuestro objetivo, podemos seguir diferentes caminos y cambiar la dirección cuando lo deseemos.
Esta manera de comprender la vida nos reporta otra ventaja: no forzar las soluciones a los problemas y mantenernos atentos a las oportunidades. Cuando ponemos en práctica el verdadero desapego, no nos sentimos obligados a forzar las soluciones de los problemas sino que somos pacientes y esperamos y, mientras lo hacemos, encontramos las oportunidades.
De hecho, según el budismo, "cada problema encierra una oportunidad que conlleva a su vez algún beneficio".
Lo que sucede es que con la mentalidad del apego, nos asustamos e intentamos forzar la solución, de manera que la mayoría de las veces, solo nos centramos en la parte negativa del problema y desaprovechamos la oportunidad que este encierra.
Sin embargo, cuando creemos que cada problema contiene la semilla de la oportunidad, nos abrimos a una gama mucho más amplia de oportunidades. De esta forma, no solo sufriremos mucho menos en la adversidad sino que encontraremos más rápido la solución y esta nos permitirá crecer como personas.
Recuerda que: “Todas las cosas a las que te apegas, y sin las que estás convencido que no puedes ser feliz, son simplemente tus motivos de angustia.
Lo que te hace feliz no es la situación que te rodea, sino los pensamientos que hay en tu mente…”
Jennifer Delgado